lunes, 22 de septiembre de 2008

Abandono del edificio de Correos de Gabriel Miro


ecinos y comerciantes del Centro Tradicional de Alicante vienen reivindicando desde hace años la recuperación de la zona. Un retén de la Policía Local y la rehabilitación del edificio de Correos en la plaza de Gabriel Miró han sido los estandartes de las reclamaciones. El Ayuntamiento logró abrir por fin el pasado mes de julio la sede policial en la calle Canalejas, no sin problemas. Hasta tres concursos fueron convocados para encontrar un local, y los tres fueron declarados desiertos, pero el compromiso fue cumplido finalmente. Lo de Correos es una larga historia de fiascos e incumplimientos por parte de casi todos los implicados: la propia administración local y, sobre todo, la compañía postal. Han transcurrido seis meses desde que la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante concedió a Correos la licencia para rehabilitar el emblemático edificio. Y no fue fácil, tal y como ha venido informando este diario. Fuentes municipales ratificaron ayer a este diario que la compañía postal tiene todos los parabienes, desde los informes de Urbanismo hasta los de Bomberos, para comenzar las obras, pero no lo han hecho. Impaciencia La Verdad preguntó hace unos meses en Correos cuándo estaba previsto el arranque de los trabajos. Vecinos de la zona esperaban con impaciencia -ahora con preocupación- a los obreros en la plaza de Gabriel Miró. La respuesta oficial fue que aún no estaban adjudicadas las obras, circunstancia sorprendente si se tiene en cuenta que responsables de Correos habían acusado unas semanas antes al Ayuntamiento de tener bloqueada la concesión de la licencia. Es decir, cuando Urbanismo concede el permiso ni siquiera está adjudicado el proyecto de ejecución. Durante las últimas semanas, ha corrido un bulo entre vecinos y comerciantes del Centro Tradicional sobre el inminente inicio de los trabajos, en concreto para principios de septiembre. Ha arrancado el noveno mes del año y el edificio sobrevive en solitario, repleto de pintadas, con la fachada cubierta con una tupida red negra para evitar posibles desprendimientos a la vía pública y con la entrada por la calle Velarde tapiada. Este diario se interesó de nuevo ayer por la tramitación del expediente por parte de Correos. Después de la oportuna consulta desde las oficinas territoriales con sede en Valencia a los servicios centrales de Madrid, la respuesta fue la misma que hace cuatro meses: las obras aún no han sido adjudicadas. Al parecer, según las fuentes consultadas, la decisión debe ser adoptada por el consejo de administración de la compañía, y éste aún no se ha reunido para abordar el asunto de la plaza de Gabriel Miró. Las mismas fuentes confirmaron que, al menos, el concurso para adjudicar el proyecto de rehabilitación fue convocado y ya finalizó el plazo para presentar las ofertas. Algo es algo. A finales de febrero La licencia aprobada por Urbanismo a finales del pasado mes de febrero recogía un presupuesto de 3,2 millones de euros de ejecución material de la rehabilitación. Además, señalaba un plazo de 24 meses para realizar un proyecto muy ambicioso. Correos pretende recuperar los elementos de la antigua fachada del edificio, francamente deteriorada, además de vaciar todo su interior. La legislación actual sobre edificios protegidos obliga a mantener la fachada. Tras la concesión del permiso municipal, los servicios técnicos comprobaron la documentación presentada por Correos. Observaron que el proyecto de ejecución difería del básico, lo que, según las fuentes consultadas, no es óbice para el inicio de las obras. Además, no eran cuestiones de gran calado, pero que debían ser aclaradas por la compañía. Desde la Gerencia no se entiende el retraso, a no ser que, tal y como confirmó ayer este diario, Correos no esté en condiciones de comenzar la rehabilitación porque, en definitiva, aún no ha adjudicado las obras a ninguna empresa.

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