viernes, 11 de abril de 2014

Funcionarios de Correos a la Agencia Tributaria: maniobras electorales, ideología y ceremonia de la confusión


Por si nos faltaban dosis de confusión en este país y en este Gobierno, taza y media en el Consejo de Ministros del pasado 4 de abril que nos dejó atónitos a cuenta de la presentación en sociedad de la Oferta de Empleo Público (OEP) para 2014, con la inestimable ayuda de alguna prensa siempre al quite a la hora de barrer para casa.

YA NO ADMITE DISCUSIÓN: ESTAMOS EN ÉPOCA DE CELO ELECTORAL

Esa época en que cualquier cosa vale para pavonear las excelentes dotes de los contendientes en la pugna y al Gobierno, que no se quiere quedar atrás, le han entrado las prisas para llevar al mercadillo todas las ofertas. Sólo así se justifica el triunfalismo con el que se ha explicado, a bombo y platillo, la residual OEP-2014 y el anuncio circense (y despótico) del trasvase de funcionarios de Correos a la Agencia Tributaria tras la rueda de prensa del citado Consejo.

Circense ver cómo el Ministro de Hacienda ha querido vestir el trasvase de funcionarios de Correos a la Agencia Tributaria como Oferta de Empleo para perseguir el fraude cuando es una medida que viene a tapar el aumento del mismo como consecuencia de la congelación de las ofertas de empleo público en la Agencia de los últimos años (de 723 perdidos en 2013 a las 238 plazas de nuevo ingreso para este año, claramente insuficientes); cómo ha pretendido vender como Oferta de Empleo lo que no es más que tapar un agujero en la Agencia abriendo otro en Correos (reestructuración de empleo se le llama a eso); cómo en lugar de primar la persecución del fraude en nuestro país se ha priorizado el que no tuviera coste alguno para las arcas del Ministerio (las dos entidades pertenecen al mismo ministerio).

Circense, también, convocar la semana pasada dos Mesas de “negociación” con las Organizaciones Sindicales de la Mesa General de Función Pública para no contarles nada porque la medida, a escondidas, ya estaba tomada; y circense porque la medida, de claro trasfondo ideológico, trasluce la desconfianza -y bronca interna conocida- del Ministro para con los funcionarios de la Agencia Tributaria.

CCOO YA MANIFESTÓ EN LAS CITADAS MESAS DE NEGOCIACIÓN SU POSICIÓN:

-  La movilidad interministerial está regulada desde hace años y permite la promoción horizontal de funcionarios entre Ministerios, un procedimiento al que, tras años de presión sindical y jurídica, se incorporaron los funcionarios de Correos. Con su decisión unilateral, el Ministerio se ha pasado por el arco de triunfo todos los procedimientos, entre ellos el de que los distintos ámbitos donde había vacantes, no sólo la Agencia Tributaria, hubiera resuelto los procesos de provisión de puestos internos (concurso, reajustes, consolidaciones, etc).

-  Era exigible, por tanto, negociación en destino (donde se ofertan vacantes) y en origen (de donde salen los funcionarios, como es el caso de Correos), para lograr un equilibrio de intereses entre colectivos. No se ha dado ni la una ni la otra.

No ha servido de nada. El pasado viernes 4 de abril, el Consejo de Ministro aprobó la Oferta de Empleo Público y, en la rueda de prensa, el Ministro insinuó que, con ella, se aprobaba un trasvase unilateral del personal de Correos a la Agencia Tributaria, sin más explicación. 

Consumado el atropello de un trasvase unilateral, y un escenario tan confuso, CCOO ya se ha puesto en contacto con el Ministerio y con Correos para exigir la negociación (en origen) de ese trasvase para que se realice con reglas claras y equidad. Es decir, clarificar y negociar el cuántos (¿2.000, 1.500, 500, 166?), el cómo (¿con reglas claras o caprichosamente?), el a dónde(¿qué puestos y niveles se ofertan?), el desde dónde (¿Madrid, Barcelona, como se ha dicho, resto de España?), con qué condiciones (¿salarios, niveles, movilidad, polivalencia, funciones?) y cómo se va a reponer la plantilla que se va de Correos (¿o es una reestructuración pura y dura?). O sea, lo que debería ser normal si entendemos la movilidad ministerial como el ejercicio de un derecho y no como el desagüe de plantilla para aguarle la fiesta a otros.

Está probada la solvencia de los funcionarios de Correos para desempeñar funciones en otros Ministerios que algunos intereses corporativos y oscuros en la Agencia Tributaria lo han querido poner en cuestión. Es una pena que chapuzas maniobreras como la que ha hecho el Ministerio los pongan en el centro del problema cuando, en muchos casos, son -y sólo hay que ver cómo los demandan- la solución.

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