miércoles, 18 de junio de 2014

La CEOE pide "igualdad" en el Sector Postal: cuerpo a tierra y a temblar

  • A estos señores les incomoda la financiación pública y por eso se han ido a Bruselas a denunciar al Estado español por presuntas ayudas ilegales a Correos
  • Quieren acabar con el Convenio y Acuerdo funcionarial de Correos para que nuestros derechos salariales y laborales se igualen a los del sector privado
  • Quieren cargarse la mayor empresa pública de este país y la prestación del servicio público que tiene encomendada para sacar "pasta"
Pocas veces nos hemos encontrado con una campaña de acoso y derribo hacia Correos tan continuada, virulenta y organizada como la que están protagonizando durante estos últimos meses las “fuerzas vivas” de los intereses privados.

Continuada porque se prolonga prácticamente desde que se inició la legislatura, cuando el mantra ultraliberal comenzaba a dejarse ver en algunos medios digitales. Virulenta porque eltonelaje mediático y ahora judicial va incrementándose también con el paso de los meses. Yorganizada porque si en su inicio parecía quedarse en el anonimato, hace poco se ha vestido con las siglas de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), aunque éstas (organizaciones, no siglas) ya se intuían desde sus iniciales escaramuzas.

LO QUE DICE LA CEOE

No hablamos por hablar. La CEOE, en plan ONG, ha destapado sus esencias solidarias, se ha puesto a repartir humanismo por doquier y ha sorprendido a diestro y siniestro exigiendo “igualdad” en el Sector Postal. ¡Qué majos ellos!, si es que lo llevan en el ADN. Se les ha olvidado el detallede que la igualdad que piden es para devaluar, y devaluar, y devaluar, y volver a devaluar. Y no es que tengan mala intención, es que son “olvidadizos”.

El lenguaje siempre lleva una carga de ideología, y en la CEOE no va a ser menos. Traduciendo: lo que quieren decir estos señores al hablar de Correos reclamando igualdad para todo el sector, lo que se lee entre líneas, es que quieren acabar con el Convenio y Acuerdo funcionarial de Correos para que nuestros derechos salariales y laborales se igualen a la baja, (pero que muy baja) a los del sector privado. Porque, según ellos, los trabajadores y trabajadoras de Correos son unos privilegiados que nuestra sociedad, en pleno sacrificio, no se puede permitir. ¡Tendrán jeta! Si es que la canallesca cuando se pone no tiene límite.

Vamos, que lo que quieren en el fondo es cargarse la mayor empresa pública de este país y laprestación del servicio público que tiene encomendada para sacar “pasta”, engordar su negocio y volver a la senda del crecimiento de sus ganancias y beneficios. Sin-vergüenzas… sin-comentarios. Traducido al román paladino: inaplicación de convenios y pactos, con derechos mínimos, salarios mínimos, EREs, ERTEs como política de empleo, precariedad y nula presencia de representación sindical (así se acaban las molestias). No nos extrañe, es la misma CEOE que está pidiendo lindezas como un contrato indefinido sin indemnización por despido, uno temporal sin necesidad de especificar la causa o una ley de huelga que prohíba información sobre la misma 24 horas antes. Vamos, que la Reforma Laboral les ha sabido a poco y, calculadora en mano, están convencidos de que pueden sacar unas pelillas más de la crisis y continuar soñando con ese paraíso empresarial en el que los sindicatos no existían.

A estos señores, que frivolizan con la vida de casi 55 mil familias que viven de Correos, les incomoda la financiación pública con la que el Estado debe garantizar el correo a los ciudadanosy por eso se han ido a Bruselas (Comisión Europea) a denunciar al Estado español por presuntas ayudas ilegales a Correos por un montante de 3.500 millones de euros desde 1998 que piden que se devuelvan. De tener que devolverse, conllevaría la quiebra de Correos, obviamente. Ocultan en su falso discurso, cómo no, que la propia Comisión Europea acaba de autorizar hace poco ayudas del Estado francés a La Poste por valor de 1.400 millones de euros.

A estos señores les interesa que el Plan de Acción (el Plan de Empresa de Correos) se quede en papel mojado y que Correos no pueda hacer una transición razonable de la carta (en caída libre) a la diversificación; a estos señores no les va nada de nada que Correos desembarque en la paquetería y en el negocio logístico. A un año y medio del cierre de legislatura, y al parecer sin privatización a la vista (ahora que AENA va a ser finalmente privatizada, aunque sea de forma parcial), con la consignación en los PGE del Estado de la deuda histórica contraída con Correos desde 2008 y con un Plan de Acción que está apostando seriamente por la paquetería y la diversificación, resulta curioso observar tanta ansia de igualdad.

En un momento, precisamente, en el que los lobbies están comprobando que Correos, de continuar así las cosas, en lugar de seguir en el letargo secular, podría llegar a convertirse en un serio competidor en el mercado de la logística. Tal vez el temor y la exigencia de igualdad de la CEOE no sean sino una muestra de preocupación ante la posibilidad de amenaza a un “cortijo” exclusivamente privado. Tal vez, a la luz de estas reflexiones, tenga alguna explicación el retraso en la anunciada adquisición de una empresa portuguesa de paquetería por parte de Correos o el hecho de que la denuncia presentada por la CEOE no provenga de la sempiterna ASEMPRE (la patronal del sector privado… de la carta) sino del Consejo del Transporte y la Logística (y subrayamos lo de logística por razones obvias).

Y LO QUE DICE CCOO CUANDO EL GOBIERNO MIRA PARA OTRO LADO

Pues decimos lo que venimos diciendo desde hace años: que queremos igualdad, también nosotros, pero al alza: empresas privadas con buenos convenios y condiciones laborales dignas, que inviertan y mejoren los servicios postales, un sector que genere empleo y riqueza y un mercado que para dar salida a lo privado no ponga en riesgo lo público mediante la aplicación del dumping laboral y tarifario; que exigimos seguir teniendo recursos públicos para un servicio público que las empresas privadas no van a garantizar (ni lo han hecho, ni lo harán nunca) en buena parte del país, y que ese servicio público siga encomendado a Correos.

Malo sería que en el tramo final de legislatura, cuando más están apretando los lobbies financieros y privados, el Gobierno, en general, Hacienda (propietario) Fomento (regulador), SEPI (como intermediario) o Correos no tuvieran claro el orden de prioridades y miraran para otro lado, como parece que están mirando. La plantilla de Correos y los sindicatos que la representamos, con CCOO a la cabeza como mayoritario, no lo entendería, como empezamos a no entenderlo. Es el Gobierno el que tiene que hacer trinchera y poner pie en pared para frenar la ofensiva de los mercaderes del sector logístico empresarial y financiero (¿fondos de inversión?) que quieren que Correos pase a mejor vida. Y no hablamos por hablar porque se está entrando en una zona de riesgo en la que, de no tomar medidas, estará servido el conflicto laboral y social. Los sindicatos, los trabajadores/as, también sabemos hacer lobby cuando nos empujan a ello. Ese también es nuestro ADN

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