jueves, 4 de junio de 2015

SON CONTRATOS TEMPORALES, NO EMPLEO

Estacionalidad, precariedad y pobreza marcan la evolución del paro en Alicante
  • La temporalidad supone ya el 91'5 % de la contratación

1º de Mayo, así no salimos de la crisis
1º de Mayo, así no salimos de la crisis
Una vez más, la "alegría" de los datos del paro que anunció Rajoy hace unos días se traduce en precariedad, estacionalidad y empleo a corto plazo. Se trata de un empleo oportunista, coyuntural, ligado a la estacionalidad turística o a las facilidades legales, tras las reformas laborales y otros recortes, para destruir empleo de calidad y sustituirlo por empleo sin derechos y, con frecuencia, abusivo.


La combinación de estacionalidad y precariedad sigue mostrando una estadística favorable con un recorte del paro registrado de 6.709 inscripciones. Una mejoría estadística que esconde un nivel de precariedad cada mes más importante, en mayo el porcentaje de contratación indefinida se ha reducido hasta el 8"5 %, por lo que el volumen de contratos temporales, la mayoría de muy corta duración, se sitúa en el 91’5 %, es decir la gran mayoría de contratos que se firman están condenados a terminar en el corto plazo. Con este tipo de contratación es imposible construir un mercado productivo estable, sostenible que permita hablar de una salida a la crisis. Quedan, además, 104.819 empleos destruidos en esta provincia desde el inicio de la crisis (2007).



Todos los sectores recortan las cifras del paro registrado, destaca, una vez más, Servicios con 4.394 inscripciones menos, el tirón del turismo reduce el desempleo en otros sectores como la industria (-1.124). También la construcción (-530) reduce su estadística en cifras similares al mes pasado. El empleo en Alicante sigue dependiendo de una actividad estacional como el turismo, lo que tiene como primera consecuencia el que exista un importante número de personas que sólo trabajan unos meses el año, lo que unido a la poca calidad de los salarios, genera familias por debajo del umbral de la pobreza.



La precariedad de la contratación se muestra, por un lado, como hemos visto, en el aumento de la temporalidad y, por otra en que el 56% de la contratación temporal es eventual por circunstancias de la producción y el 35%  por obra y servicio, lo que supone empleo con fecha de caducidad. Esta situación muestra un contratación laboral con los pies de barro, sometido a una fuerte estacionalidad y que ve en el recorte de derechos laborales un modo de aumentar la cuenta de resultados. La competitividad alicantina se basa en la precarización del empleo, en abaratar el servicio a base de empobrecer el empleo. Un sector empresarial que genera personas trabajadoras pobres no es un modelo de desarrollo que pueda cimentar la salida a la crisis.



La protección al desempleo sigue cuesta abajo. En el pasado mes de abril, 2.867 personas dejaron de percibir el subsidio o la prestación, una vez más, la prestación sigue siendo la que más pierde con el 63’13% de la caída de la protección. Si comparamos el número de personas en Alicante protegidas (88.450) con el número de personas en paro según la EPA (1er Trimestre de 2015) que ascendió a 236.000, tenemos que apenas el 37’5% de las personas en paro está protegida. Una cifra insoportablemente baja que muestra la ferocidad de unas medidas de recorte de derechos impuesta por el gobierno de Rajoy que, además de empobrecer a la ciudadanía, se ceban más con quien menos tiene. También la cuantía media de la prestación contributiva se reduce, en abril se situó en 746’9 €/mes, lo que supone 5’4€ menos al mes de media.



Esta situación de desprotección de las personas en desempleo aumenta si observamos que, según los datos de paro registrado de abril, casi la mitad de las personas en paro lo son de larga duración (el 49’77%) y que del total de personas en paro, algo más de una de cada tres (el 34’86%) llevan dos o más años inscritas. Esto es resultado del fracaso de las políticas activas de empleo puestas en marcha por el gobierno, políticas de empleo que se han centrado en bonificar o subvencionar la contratación aunque sea precaria, un sistema que desde hace años se sabe que no funciona para crear empleo.



La creación de empleo alicantino sigue siendo muy previsible, a la estacionalidad estructural se une una precariedad crónica que empobrece el empleo y hace imposible una recuperación efectiva. Además, el abandono de la demanda y la emigración siguen siendo factores que recortan el paro registrado sin que suponga aumento del empleo. Por lo tanto, datos, los de mayo, que, aunque estadísticamente puedan parecer buenos, esconden los mismos problemas, pero más graves, que siempre. Si al gobierno más precariedad y pobreza le resulta una alegría, debería reconsiderarlo y empezar a hacer políticas para las personas.

No hay comentarios: