- En septiembre, sí o sí, se tiene que hablar de cuál es el proyecto de Correos.
Los/as trabajadores/as de Correos tenemos sobrados motivos para la preocupación: el día 26 de julio nos levantamos con la noticia de que UNIPOST, el segundo operador de este país, había entrado en concurso de acreedores, con muchas probabilidades de poder caer en fase de liquidación. ¿Por qué preocupación? Porque en Correos no nos podemos sentir ajenos e inmunes ni a las causas (una clamorosa falta de proyecto, la nefasta gestión de unos directivos empeñados en apostar, en el mundo de la revolución digital, por el monocultivo de la carta sin diversificación), ni a las ingratas consecuencias (2.500 empleos directos y otros 2.500 indirectos, tras varios ERES y ERTES pueden acabar en la calle), ni al contexto en que se ha producido este hecho (lo exigente de un mercado postal sin piedad que no perdona ni la ausencia ni los graves errores en las decisiones).
No es para menos. Casi 9 meses después del inicio de la legislatura, en el mismo exigente y competitivo contexto, el Gobierno (Hacienda, SEPI, Fomento) demuestra una clamorosa ausencia de proyecto postal, con un evidente desprecio a los ciudadanos (60 millones de € recortados al SPU en la recién aprobada Ley de Presupuestos, y, como ha podido saber CCOO, un nuevo recorte de otros 60 mill de € en el borrador de la siguiente Ley de Presupuestos), y un inasumible ninguneo a Correos (paralizando adquisiciones, proyectos bancarios o mirando de reojo el Plan Estratégico).
Porque conocemos lo exigente del contexto, CCOO no se va a quedar con los brazos cruzados a esperar las graves consecuencias que puede conllevar esta falta de proyecto (cierre de la "fábrica" y una fuerte sangría de empleo), ni va a aceptar como alternativa el proyecto low-cost en el que, poco a poco, vamos cayendo, con empobrecimiento salarial, desregulación de las condiciones laborales y precarización de empleo.
Para CCOO, hay proyecto postal alternativo para un correo de país que garantice su vertebración social, política y territorial, al tiempo que lo sitúe en la senda económica de crecimiento, sustentado en un nuevo PLAN ESTRATÉGICO 2017-2022 con unos "BÁSICOS" IRRENUNCIABLES:
- Financiación suficiente del Servicio Postal Universal (SPU): restitución de los 60 mill € pendientes de la LPGE-2017 hasta los 180 mill que se venían aprobando desde 2013 y mantenimiento de esa misma cuantía en la LPGE-2018, hasta la aprobación de un Plan de Prestación del SPU (el grupo de trabajo creado prevé 7-8 meses) cuya financiación, para CCOO,no puede bajar de 230 mill. € porque dañaría seriamente el derecho de los ciudadanos y al propio Correos.
- Incremento salarial singular para el colectivo de Correos: tras el recorte del 5% a funcionarios en 2010 y más de 6 años de congelación salarial para todo el colectivo, en plena fase de crecimiento económico, reconocido por el mismo Gobierno, ¿no pensarán arreglar esto con subidas exiguas, como la reciente, del 1%? CCOO exige un incremento salarial plurianual 2017-2022 que reconozca el esfuerzo del colectivo durante estos años, permita su recuperación salarial y propicie su vinculación al proyecto.
- Consolidación de miles de empleos estructurales (periodo 2017-2022): Lo dice el propio Ministro De Guindos, que hay que darle una vuelta al alto nivel de empleo temporal que tenemos. Pues sí, señor Ministro, no se hace país a golpe de precarización de empleo. Ni tampoco se hace proyecto "Correos" con miles de puestos estructurales tapados con eventualidad, ni convirtiéndolo en una empresa de "mini-jobs" a bajo precio. Correos necesita un plan de empleoque apueste por la calidad y eso pasa por: regular y convocar las bolsas de empleo (en su mayoría agotadas); limitar al máximo el tiempo parcial; y sobre todo, una oferta de empleo plurianual que vaya más allá de la tasa de reposición y transforme en fijeza la eventualidad de miles de puestos.
- Plan de prejubilaciones 2017-2022: en una empresa con importante desgaste físico y una plantilla de elevada edad, es evidente que se requiere un plan de prejubilaciones (y excedencias voluntarias incentivadas), también plurianual, que permita una salida razonable (y bien retribuida) de los/as trabajadores/as para, a su vez, permitir la renovación de la plantilla.
- Regulación de derechos y condiciones laborales: que estamos asistiendo a una galopante desregulación, es obvio: se están cambiando los sistemas productivos (hacia un caos paquetero), las condiciones laborales, cambiando los turnos y horarios, cambiando las funciones, promoviendo polivalencias, modificando condiciones sustanciales de trabajo. Y que, con ello, se está rompiendo el consenso interno con las OOSS, también lo es. Frente a esta desregulación, CCOO exige una nueva regulación, a plasmar en el Convenio/Acuerdo, que regule las relaciones laborales y recupere el consenso interno.
Son medidas que requieren un fuerte resplado político que no se puede demorar. Por ello,CCOO, como el resto de OOSS, viene exigiendo que Correos se incorpore a la Agenda Política del Gobierno, para que, de forma consensuada, se habiliten los compromisos y autorizaciones a fijar en la Ley de Presupuestos de 2018 y/o en otros marcos legales necesariosque nos den viabilidad. Éste es el único camino para abordar en serio el proyecto postal. Ahora bien, de seguir el Gobierno instalado en su "desidia oficial", si no hay voluntad de diálogo y de búsqueda de soluciones a los problemas planteados, a la vuelta del verano estaremos en la unidad de acción para adoptar las medidas de presión que, junto a otras organizaciones sindicales, consideremos oportunas.
En septiembre, sí o sí, se tiene que hablar de cuál es el proyecto de Correos.
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