Tal y como estaba previsto, la Comisión Negociadora del III Convenio Colectivo ha dictaminado los incrementos salariales a cuenta para el personal laboral de la Sociedad Estatal. Los incrementos retributivos del personal funcionario de Correos –del resto de la Función Pública también- se fijaron en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2009, publicada en el B.O.E. de 24 de diciembre de 2009.
Por ello, hoy se ha procedido a “igualar” el salario del personal laboral de Correos con el del personal funcionario para garantizar la convergencia en ambos colectivos. Para CCOO, tal y como hemos anunciado en la Comisión Negociadora, estos incrementos retributivos (tanto de funcionarios como de laborales) no son más que la antesala de los que vamos a comenzar a discutir en el proceso negociador abierto para el III Convenio Colectivo y Acuerdo de funcionarios.
CCOO defenderá incrementos que, pese a la crisis económica actual –o quizás por ello-, situaremos en las coordenadas de acuerdo salarial plurianual, mejora del poder adquisitivo con subidas por encima del IPC, y apertura de una senda salarial que nos permita alcanzar un suelo salarial en Correos de entre 1.400–1.500 € mensuales.
El contexto económico actual es uno de los marcos más complicados que se han dado en los últimos años, desde la crisis del 93, para la negociación colectiva en Correos –como en el resto de sectores- (recesión galopante, Presupuestos Generales presentados como “drásticos”, caídas del PIB, a las puertas, dicen, de la deflación, camino del 16% de paro, …).
En un contexto así, y precisamente por ello, la Negociación Colectiva adquiere una mayor relevancia, por dos razones esenciales: es imprescindible para actualizar los derechos de los trabajadores/as y, así,evitar que se queden atrás ante el avance de las consecuencias negativas derivadas de un contexto como el actual; por otra parte, es una herramienta necesaria, igualmente, para regular los mecanismos de gestión de la empresa y, de este modo, evitar su estrangulación y consecuente pérdida de empleo.
En un contexto así, es natural que la sociedad haga un llamamiento a la corresponsabilidad de las organizaciones sindicales y, de forma muy singular, de la/s empresa/s para que contribuyan a la reactivación del conjunto de la economía y se retome la senda del crecimiento económico, de salario y de empleo. Y en Correos, la primera empresa pública del país, no somos una excepción. Una corresponsabilidad a la hora de abordar la crisis que no se puede entender –ni va a ser entendida por CCOO- como excusa para convertir al trabajador en pagano de una crisis que no ha provocado, sino como camino para garantizar el poder adquisitivo, la regulación del empleo de calidad y de las condiciones laborales.
Por tanto, no cabrán en ese ejercicio responsable ni el recorte de derechos ni las excusas de mal pagador, entre ellas el dilatar sine die el propio Convenio Colectivo.
Convenio sí, cuanto antes también, y además, un Convenio de actualización de derechos –que no de recorte- y de mecanismos de gestión –y no estrangulación- de la empresa para garantizar su viabilidad, y con ella el avance en derechos salariales y laborales.
Por ello, hoy se ha procedido a “igualar” el salario del personal laboral de Correos con el del personal funcionario para garantizar la convergencia en ambos colectivos. Para CCOO, tal y como hemos anunciado en la Comisión Negociadora, estos incrementos retributivos (tanto de funcionarios como de laborales) no son más que la antesala de los que vamos a comenzar a discutir en el proceso negociador abierto para el III Convenio Colectivo y Acuerdo de funcionarios.
CCOO defenderá incrementos que, pese a la crisis económica actual –o quizás por ello-, situaremos en las coordenadas de acuerdo salarial plurianual, mejora del poder adquisitivo con subidas por encima del IPC, y apertura de una senda salarial que nos permita alcanzar un suelo salarial en Correos de entre 1.400–1.500 € mensuales.
El contexto económico actual es uno de los marcos más complicados que se han dado en los últimos años, desde la crisis del 93, para la negociación colectiva en Correos –como en el resto de sectores- (recesión galopante, Presupuestos Generales presentados como “drásticos”, caídas del PIB, a las puertas, dicen, de la deflación, camino del 16% de paro, …).
En un contexto así, y precisamente por ello, la Negociación Colectiva adquiere una mayor relevancia, por dos razones esenciales: es imprescindible para actualizar los derechos de los trabajadores/as y, así,evitar que se queden atrás ante el avance de las consecuencias negativas derivadas de un contexto como el actual; por otra parte, es una herramienta necesaria, igualmente, para regular los mecanismos de gestión de la empresa y, de este modo, evitar su estrangulación y consecuente pérdida de empleo.
En un contexto así, es natural que la sociedad haga un llamamiento a la corresponsabilidad de las organizaciones sindicales y, de forma muy singular, de la/s empresa/s para que contribuyan a la reactivación del conjunto de la economía y se retome la senda del crecimiento económico, de salario y de empleo. Y en Correos, la primera empresa pública del país, no somos una excepción. Una corresponsabilidad a la hora de abordar la crisis que no se puede entender –ni va a ser entendida por CCOO- como excusa para convertir al trabajador en pagano de una crisis que no ha provocado, sino como camino para garantizar el poder adquisitivo, la regulación del empleo de calidad y de las condiciones laborales.
Por tanto, no cabrán en ese ejercicio responsable ni el recorte de derechos ni las excusas de mal pagador, entre ellas el dilatar sine die el propio Convenio Colectivo.
Convenio sí, cuanto antes también, y además, un Convenio de actualización de derechos –que no de recorte- y de mecanismos de gestión –y no estrangulación- de la empresa para garantizar su viabilidad, y con ella el avance en derechos salariales y laborales.
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