viernes, 4 de marzo de 2011

Fruto de la movilización: La Dirección pagará los tramos con retroactividad a octubre 2006





La empresa sabe que, si quiere cerrar el conflicto de Correos, además de otras cuestiones, tiene que pagar los tramos, SÍ (por la vía judicial), o SÍ (por la vía negocial).


Decía Kurt Cobain, el de Nirvana, que "Ser paranoico no quiere decir que no te persigan". Por pasiva, que no te persigan nunca y te inventes tus fantasmas es, no sabemos si paranoia, pero sí, cuando menos, para hacérselo mirar. Viene a cuento esto, no de nuestro interés por la psico-sociología -estamos demasiado ocupados en el cierre del Convenio y Acuerdo por los que los trabajadores se han movilizado a lo largo de 2010-, sino de la última diatriba que, con las habituales 100 líneas a letra cuerpo siete, nos ha dedicado, con el tono injurioso de siempre, la cúpula de UGT acerca de los tramos.

Nos enorgullece que UGT nos haya convertido en el leit motiv de su quehacer habitual (también es verdad que a falta de propuestas, criticar a CCOO, nunca viene mal); incluso no nos parece mal, allá cada cual, que se haya preferido el buen rollito con el Ministerio para sacarle adelante su "estupenda" Ley Postal; o que, para aislar a CCOO, se haya contactado, por separado y sin que todos lo supieran, con todo el arco sindical -desde CSI·F y SL, a CIG y ELA, pasando por LAB- mientras, a diestro y siniestro, se vienen dando "lecciones" de ética y de unidad; más aún, comprendemos que, tragándose sapos y culebras, como no puede ser de otra forma en su papel institucional, la cúpula de UGT haya contactado con Grupos parlamentarios de todo tipo y color, incluido (¡Atención!) el vilipendiado, malvado y nunca suficientemente repugnado Partido Popular, el de la Ley del 98.

Pero no ocultamos que, vista la versatilidad de los contactos, nos apena su enorme incapacidad para superar su posición sectaria y de insana competencia sindical hacia el sindicato mayoritario de Correos, CCOO, por decisión del colectivo postal, con el que ni siquiera es capaz de conversar.

Del origen de un conflicto: el flagrante incumplimiento de la empresa

Es de agradecer la secuencia histórica con la que, pelín autocomplaciente, nos ilustra la cúpula de UGT PARA CONCLUIR QUE, desde que CCOO reivindicó y consiguió en 1995 el derecho a una retribución diferenciada del resto de la Administración del Estado, los llamados "tramos", para el personal funcionario de Correos y, tomando como referencia ésta, lo hace extensivo a todo el personal laboral en los sucesivos Convenios Colectivos de 1999, Acuerdo Plurianual de 2000 y eI Convenio Colectivo de 2002, TODO SE DEBE A QUE ELLOS ESTABAN ALLÍ, ¡Y, MENOS MAL!.

Se nos permita, empero, un pequeño detalle: no ofende la maniobra de distracción, pero el CONFLICTO DE LOS TRAMOS NO NACE NI TAN LEJOS, NI ASÍ, ni tampoco en la vinculación al absentismo existente desde 1995 (firmada en los sucesivos Reglamentos, normas y Convenios, también por UGT) y que no se aplicó porque los sindicatos lo evitamos vinculándolo a un Acuerdo que, obviamente, nunca se dio. SURGE CUANDO LA EMPRESA UNILATERALMENTE, "SALTÁNDOSE" EL CONVENIO COLECTIVO, DECIDE NO PAGAR el Complemento de Permanencia y Desempeño (Tramos) al personal que formalizó su contrato a partir del proceso de consolidación de 10.000 empleos pactado por CCOO que tuvo lugar en el año 2004 al interpretar -restrictiva e interesadamente- que había que condicionarlo a un índice de absentismo y que para calcular la cuantía sólo se ha de tener en cuenta la antigüedad correspondiente al último contrato firmado.

Todos los sindicatos, sin excepción y no sólo UGT, iniciamos reclamaciones individuales por la vía judicial. Aunque la mayoría de los sindicatos se quedó ahí, sin embargo para CCOO no era la solución, por parcial (aunque se ganaban la mayoría de sentencias, el 20% de los más de 20.000 afectados las perdía sin posibilidad de volver a recurrir), provisional (los que ganaban tenían que volver a recurrir año a año, para gozo de algunos gabinetes jurídicos que cobran un porcentaje) y no resolutiva (la empresa no cambiaba ni de opinión ni posición). La solución debía ser universal -para todos los colectivos-, definitiva -obligando al pago- y segura -por aplicación de sentencia del Tribunal Supremo o por acuerdo en Convenio-; y debía abrirse paso incrementando la presión sobre Correos: primero fue la presentación del Conflicto Colectivo (mayo 2007) y, posteriormente, en 2010, la inclusión del pago de los tramos en la plataforma sindical unitaria de movilización. Cuatro años de "pelea", jurídica y de movilización, en busca de una solución.

Como consecuencia del primero, -el Conflicto Colectivo que CCOO intentó resolver en varias ocasiones vía negociación, a lo que Correos se negó-, el Tribunal Supremo, en sentencia de abril 2010, tras casi cuatro años de impago sistemático, obligó a Correos a pagar los tramos a todo el personal laboral siguiendo el criterio, recogido en el Convenio, de antigüedad total (y no desde el último contrato como pretendía) y, aunque impuso la aplicación del absentismo, ordenó a Correos a negociar los criterios con los firmantes del Convenio de 2006. Como consecuencia de la segunda, la movilización, la Dirección es consciente que el cierre de cualquier Acuerdo en Correos tiene "el pago de los tramos" como condición sine qua non.

CCOO arranca el compromiso del pago de tramos con retroactividad a 2006

Dice UGT en su diatriba que la Dirección tiene voluntad de materializar los tramos. ¿Ataque de generosidad, sensatez, cordura y fraternidad por parte de Correos?. Demasiado tierno, ¿no?. Quizás es, simplemente, respuesta al clásico binomio presión-negociación (aunque no de UGT, obvio). La empresa sabe que, si quiere cerrar el conflicto de Correos, además de otras cuestiones, tiene que pagar los tramos, SÍ (por la vía judicial), o SÍ (por la vía negocial). Y así lo ha comprometido en las negociaciones con las organizaciones sindicales, particularmente con CCOO. Y algo habrá tenido que ver el que, como consecuencia de un nuevo Conflicto Colectivo que CCOO mantiene vivo en la Audiencia Nacional -por aquello del "por si acaso" se tuercen los renglones-, Correos tenga que provisionar en sus cuentas la cantidad (43 millones de €) que adeuda al personal laboral.

Y de las Elecciones Sindicales…

Sorprende que la cúpula de UGT acuse a CCOO de que, en la defensa de los tramos, esconde un interés electoral (bendito altruismo de quienes, atacando al sindicato mayoritario de forma permanente, omiten a aquellos otros que han compartido, bien en el conflicto colectivo, bien en la movilización, estrategia sindical -¿quizás para desgaste electoral?-).


Aunque, pensándolo bien, es normal. Si en dos años desde que se denunció el Convenio Colectivo, con el bloqueo de asuntos tan importantes como el de los tramos, no ha hecho propuestas, ni se ha movilizado, ni ha puesto conflictos colectivos, como lo hacían los demás, entre ellos CCOO, y se ha limitado a criticar por criticar, es normal que la UGT esté preocupada por el proceso electoral. No es para menos. Y es que, quizás, a los trabajadores, cuando no les pagan lo que les deben, con la que está cayendo, no le basta el discurso rancio, malrollista y culpabilizador -y, la verdad, un tanto moralista- adornado con el soniquete de la "responsabilidaZ, seriedaZ, serenidaZ, racionalidaZ, bondaZ, unidaZ, corresponsabilidaZ…". Quizás por eso lo reciben con creciente ¡¡¡perplejidaZ!!!. En todo caso, ya lo hemos dicho en otras ocasiones: la empresa pagará los tramos y la cúpula de UGT, como siempre, se sumará…Eso sí, al final y ¡MENOS MAL!.

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