miércoles, 10 de marzo de 2010

Los sindicatos europeos se movilizarán contra el modelo de salida de la crisis que están diseñando los gobiernos


El Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que se reúne en Bruselas hoy y mañana, ha aprobado una resolución de apoyo a los trabajadores y trabajadoras y al sindicalismo griego que se está movilizando en las últimas semanas en contra de un durísimo plan de ajuste aprobado por su Gobierno, con el aval de la Comisión y el Consejo europeos.

Por parte de CCOO asisten a la reunión su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, y el secretario de internacional, Javier Doz. En su intervención, Toxo afirmó que sería un enorme error que se iniciara en 2010 la retirada de los estímulos fiscales a las economías europeas, como han empezado a hacer algunos gobiernos, entre ellos el español. Condiciones como las impuestas a Grecia deprimirán su demanda interna y producirán más déficit, añadió el secretario general de CCOO que defendió también que la reducción de los déficits públicos se haga más progresivamente, flexibilizando el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Toxo concluyó subrayando la necesidad de establecer un gobierno económico de Europa "que emprenda como tareas urgentes una regulación financiera, que ponga freno a los especuladores y coloque a la banca al servicio de la sociedad, y la armonización fiscal porque sin ella no se sostendrá el Modelo Social Europeo que vuelve a tener los enemigos habituales".

En la Declaración aprobada, que se remitirá a la Comisión y el Consejo y a todos los gobiernos europeos y que será tratada en la Cumbre Social Tripartita del 25 de marzo (víspera de la Cumbre de Primavera del Consejo), la CES se reafirma en su propuesta de impulsar un Plan de relanzamiento europeo -industrias verdes, energía, transportes y comunicación,…- de un monto equivalente al 1% del PIB europeo. El plan debería ser financiado por deuda pública emitida por las instituciones financieras europeas y por los ingresos provenientes de dos tasas que la CES urge implantar: a las transacciones financieras y a las emisiones de carbono-

En el debate se expresó con claridad por la mayoría de los intervinientes la necesidad de enviar a los gobiernos nacionales y las instituciones europeas un mensaje muy claro: el sindicalismo europeo no va a aceptar que los programas de reducción de los déficits públicos, creados para salvar la banca y las economías en una crisis provocada por los especuladores, se realice según el dictado de los mismos especuladores que vuelven a actuar con recobradas fuerzas para erosionar gravemente las instituciones fundamentales de los estados de bienestar europeos. Por ello, el Comité Ejecutivo de la CES estudiará la convocatoria de movilizaciones en el próximo otoño, entre ellas la realización de una gran euromanifestación en Bruselas.

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